domingo, 4 de enero de 2015

Marcha de los tres Reyes de "Hodie" de Vaughan Williams

Vaughan Williams es el compositor nacional de la Inglaterra del siglo XX. Su paleta orquestal, impregnada del sabor de la tradición inglesa, sus melancólicas melodías y su mística armonía, siempre dentro de la tonalidad, son inconfundibles. Un paisaje musical que hace perfecta armonía con la contemporánea literatura de Tolkien. Terminando Navidad con Epifanía, escucharemos la Marcha de los tres Reyes, perteneciente a su cantata Hodie, su última obra coral a gran escala, relativa al nacimiento de Cristo.

La estrella de Belén. Edward Burne-Jones (1887-1891).
Museo y Galería de Arte de Birmingham.
FICHA TÉCNICA

Obra: Marcha de los tres Reyes, de Hodie ("Este día").
Autor: Ralph Vaughan Williams (Down Ampney, Gloucestershire, Reino Unido, 1872 - Londres, 1958). El texto es de Ursula Vaughan Williams (La Valletta, Malta, Imperio Británico, 1911 - Londres, 2007).
Año de composición; 1953-1954.
Estreno: El propio compositor en la Catedral de Worcester, el 8 de septiembre de 1954, en el Festival de los Tres Coros.
Duración: 7 minutos, aprox. La obra completa dura 60 minutos, aprox.
Discografía propuesta: David Willcocks, Orquesta Sinfónica de Londres, Bach Coir y Coro de la Abadía de Westminster, Janet Baker (mezzosoprano), Richard Lewis (tenor), John Shirley-Quirk (barítono), 1965 (EMI).

EL ÚLTIMO, COMO EL PRIMERO

Estatua de Vaughan Williams en Dorking.
Ralph Vaughan Williams fue el último de los compositores nacionalistas ingleses y ninguno como él buscó en las raíces populares su auténtico espíritu. Un nacionalismo artístico tardío, comenzado a finales del siglo XIX y que retomaba lo que se había iniciado siglos atrás y nunca consumado. La polifonía del Renacimiento contó con caracteres propios en Inglaterra, con autores como John Dunsatable (fallecido en 1453) o Thomas Tallis (1505-1585), al igual que el Barroco, con Willim Byrd (1543-1623) y, sobre todo, Henry Purcell (1659-1695).

La llegada de Haendel a Inglaterra en 1712, de quien ya escuchamos su Música para los Reales Fuegos Artificiales, supuso la asunción de modelos continentales (y aunque era alemán, trayendo un modelo de ópera italiana). Desde entonces hasta finales del siglo XIX, Inglaterra comprondá al dictado de las influencias extranjeras. Así, en el Romanticismo, los viajes de Mendelssohn a este país o compositores británicos discípulos de Schumann y Brahms traerán constantes influencias sin que puedan iniciar un estilo propio hasta la eclosión de Eduard Elgar (1857-1934) en la última década del siglo XIX.

Vaughan Williams nació en 1872. Era hijo de un pastor protestante que falleció cuando él tenía dos años. No obstante, su madre, sobrina de Charles Darwin, procedía de una familia acomodada, por lo que el muchacho pudo cursar estudios musicales además de Historia en la Universidad de Cambridge y más tarde marchar a Berlín bajo la tutela de Max Bruch y a París bajo la de Maurice Ravel.

BUSCANDO EN LAS RAÍCES

Eduard Elgar, músico oficial del Imperio Británico a principios del siglo XX (conocidas por todos son sus marchas Pompa y circunstancia), era quince años mayor que Vaughan Williams y es sabido que no se llevaban bien. El primero vivía acomodado en las obras de circunstancias al servicio de engrandecer al Imperio Británico con un estilo bastante próximo al romanticismo, aunque con caracteres propios. El segundo tuvo en su haber una creatividad musical de más de seis décadas (comenzó a publicar con 19 años y falleció con 86) y fue un joven muy seguro de sí mismo que no tuvo problema en criticar el estilo musical existente y, en particular, el de su compatriota. Así, de él dijo: He comprobado que en Wagner casi podría prescindirse de los instrumentos suplementarios, con una pequeña pérdida de color, ciertamente, pero sin perjuicio de la textura. Pero cuando se trata de Elgar, el caso era muy diferente. Incluso en los acompañamientos de los movimientos corales casi no había nada de lo cual pudiera prescindirse sin dejar un vacío en la textura.

Eduard Elgar y Ralph Vaughan Williams, músicos contrapuestos.

Nuestro compositor tenía muy clara la necesidad de crear algo verdaderamente propio en Inglaterra: Es mejor una música limitada pero honesta que una versión de segunda mano de los aspectos externos de la música de otras naciones. Sus planteamientos se vieron recompensados en 1919, cuando fue nombrado profesor del King's Collegue de Londres, probablemente la institución musical inglesa más prestigiosa. Su Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford un año más tarde supuso la consagración del compositor en los anales de la música británica.

Ciertamente, Vaughan Williams no tiene el mismo dramatismo que Wagner, la misma búsqueda del límite que Mahler o el color meloso de Strauss, pero no por ello es limitado. Es, simplemente, él mismo. En proporciones, sabe igualmente ser grandioso y en orquestación domina también el instrumento para el que compone: la orquesta sinfónica postromántica. No precisa llevar la armonía a los límites de la tonalidad, puesto que sus armonías presentas originalidad desde el primer acorde. Nada, por tanto, de atonalismo. De Arnold Schönberg, destacado dodecafonista, dijo: Schönberg nada significa para mí, pero como aparentemente es muy importante para otras personas, me atrevo a decir que soy el único responsable de la actitud que adopto.
De su música, el escritor Peter Ackroyd dijo que si el ser típicamente inglés en música puede ser encerrado en palabras de alguna manera, éstas podrían ser: ostensiblemente familiar y común, aunque profunda y mística al tiempo que lírica, melódica, meláncolica y nostálgica, aunque eterna. El crítico Fuller Maitland hiló muy fino cuando dijo que con este compositor nunca se está muy seguro de estar escuchando algo muy antiguo o muy nuevo.

EL GUSTO POR LO CORAL

Debemos partir del hecho de que el catálogo de nuestro compositor es muy extenso y que tiene escasa presencia en las salas de concierto fuera de Reino Unido. De algunas obras sólo existe una única grabación. Además de sus nueve sinfonías, algunas más habituales que otras, destaca la música coral en forma de cantata con grandes efectivos, habitualmente de tema religioso y con textos seleccionados de una pluralidad de fuentes, convenientemente ensambladas. Hay que decir que Vaughan Williams poseía una gran cultura religiosa y gustaba del pensamiento místico, pese a lo cual confesó sus limitaciones para creer, definiénose como agnóstico.

La impresionante catedral de Worcester
acogió el estreno de la obra.
Nuestra obra, Hodie ("Este día", en latín), es su última obra coral de grandes dimensiones. Fue compuesta entre 1953 y 1954 para ser interpretada en el Festival de los Tres Coros, un encuentro organizado por los organistas de las catedrales de Hereford, Gloucester y Worcester desde 1719 que se mantiene hasta hoy y que en su momento permitió tanto a Elgar como a Vaughan Williams estrenar varias obras.

La obra se estructura en dieciséis números que narran el nacimiento de Cristo. Orquesta, coro, coro de niños, órgano y mezzosoprano, tenor y barítono conforman los efectivos requeridos. Los textos proceden de la Biblia, de John Milton, William Drummond y de Ursula Vaughan Williams, segunda esposa del compositor. La obra fue dedicada al compositor Herbert Howells, sólido compositor de música religiosa.
Escuchamos el nº 14 de la obra, Marcha de los tres Reyes, que recoge el momento de la llegada de los Magos a Belén:


ANÉCDOTAS

DE RELACIÓN INTELECTUAL A AMOR

Ursula Vaughan Williams.
La relación que Vaughan Williams mantuvo con la que después sería su segunda esposa, la poetisa Ursula Penton, autora del texto de esta obra, es bastante curiosa. Hija de un militar destacado en Malta, se casó con un militar, Michael Forrester Wood, en 1933. En 1938 envió al compositor un texto esperando que compusiese la música. La idea interesó al músico y ambos se conocieron. La colaboración cristalizó en Epithalamium, comenzando a sentir una admiración mutua. Si consideramos que el título de la obra puede traducirse como "Hacia la cámara nupcial", podemos ver en él una anticipación de los acontecimientos.

Pocos años después falleció el marido de Ursula, y también la mujer de Ralph, Adeline. Ambos tuvieron el camino libre y pudieron contraer matrimonio. Con la muerte del compositor en 1958, Ursula se centró en custodiar y difundir el legado de su marido, publicando una biografía del compositor en 1964 y terminando su autobiografía en 1972. En 1994 fundó la Ralph Vaughan Williams Society, de la que fue Presidenta Honoraria hasta su muerte en 2007. La web de la Sociedad contiene gran cantidad de información del compositor y su catálogo: www.rvwsociety.com.

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